Abuela Canibal

La abuela caníbal no prefería la carne de ciervo y búfalo, sino la suave y tierna carne de los humanos.

Vivía en el desierto con un niño y cuatro perros hambrientos. El niño cazaba humanos con un arco mágico, una serpiente negra, para proporcionarle carne. Sintió pena por los humanos y le rogó a la abuela caníbal que dejara de comer carne humana. Finalmente, la persuaden para que libere a sus perros, excepto a uno, sin miedo a nada.

Mientras se encuentra lejos, el niño busca por mucho tiempo encontrar a cualquier búfalo que haya tenido consejo en su contra y a la Abuela Caníbal por sus formas carnívoras. El compañero del búfalo muerto lo lleva a la aldea de búfalos donde gana muchos concursos antes de que intenten matarlo. Escapando de un árbol, la abuela caníbal escucha sus gritos de ayuda y libera Miedo a Nada, ahuyentando a los atacantes de búfalos. El niño finalmente convence a la abuela Canibal de que desista de su dieta de carne humana, le da una bolsa de semillas y la envía al país del norte.

Las crías de la abuela caníbal son los granjeros y el niño va al sur y se convierte en un gran guerrero, su descendencia nunca siembra semillas.